
La ciberseguridad juega un papel muy importante frente a los hackers, quienes se aprovechan de la brecha de seguridad que siempre existe en los sistemas informáticos. Si cada empresa y usuario implementara la ciberseguridad en sus dispositivos, se les haría más difícil a los ciberdelincuentes atacar, pero no imposible.
Los ciberdelincuentes han atacado más durante la pandemia, de diferentes formas, aprovechándose de la vulnerabilidad de los sistemas y de las personas.
Cuando se habla de ciberseguridad, generalmente se asocia a las ciberamenazas y al cibercrimen, sin embargo, esta también tiene que ver con las buenas prácticas a implementar para proteger la información y prevenir o detectar los ataques cibernéticos a los que está expuesta cualquier organización o persona.
Las amenazas a la seguridad informática llegan a través de programas dañinos o maliciosos que se instalan en un dispositivo o acceden por medio de la nube.
Information Systems Audit and Control Association (Isaca), asociación internacional referente en la materia, define la ciberseguridad como «una capa de protección para los archivos de información. A partir de ella, se trabaja para evitar todo tipo de amenazas, las cuales ponen en riesgo la información que es procesada, transportada y almacenada en cualquier dispositivo”.
Los hackers se han especializado en diferentes áreas del delito informático, por eso existen distintas clasificaciones y ya no se puede hablar de manera genérica.
Los distintos tipos de hacker son los siguientes, según la empresa Arkavia Networks, especialista en entregar soluciones de seguridad de la información:
- Black Hat: son los hackers malos, se apoderan de sistemas para destruir sus datos o venderlos.
- White Hat: son los hackers éticos, aseguran y protegen sistemas de TI.
- Grey Hat: es un híbrido, a veces actúa de manera ilegal, pero con buenas intenciones.
- Crackers: son un tipo de Black Hat, su objetivo es dañar sistemas y ordenadores.
- Carder: experto en fraude con tarjetas de crédito, roban y clonan tarjetas.
- Pharmer: realizan ataques de phishing, roban fondos de las cuentas de sus víctimas.
- War Driver: aprovechan las vulnerabilidades de todo tipo de redes de conexión móvil.
- Defacer: buscan Bugs de páginas web, se infiltran y las modifican.
- Spammer y diseminadores de Spywares: crean spam para empresas de sus principales productos y lucran con publicidad ilegal.
- Script-kiddie: internautas que recopilan información, herramientas de hacking gratuitos y otros programas, para probar sus efectos en sus posibles víctimas.
- Wizard: conoce a fondo cómo actúa cada sistema por complejo que sea.
- Programador Vodoo: se basa en técnicas que leyó, pero que no entiende, por lo tanto, podrían funcionar o no.
- Newbie: novato que aprende hacking a partir de tutoriales o información de una web. Son aprendices que quieren ser hackers.
Los de “sombrero blanco” o éticos tratan de mejorar la seguridad de las entidades o empresas para las que trabajan; los de “sombrero gris” intentan también mejorar la seguridad informática, pero usan para ello métodos que no son éticos; y los de “sombrero negro” solo buscan una ganancia personal a través de actividades maliciosas y amenazas.